miércoles, 12 de noviembre de 2008

La Luna


Con esta luna hasta parece que seguimos en octubre...


La Luna

La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía
Un pedazo de luna en el bolsillo
es el mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.

Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.

Texto: Jaime Sabines
Foto: Cristóbal Martínez

3 comentarios:

Liz López C. dijo...

El mundo siempre se está cambiando querido, nunca pisas el mismo río y jamás sientes el mismo aire.
Nunca besas a la misma persona y tampoco deseas las mismas cosas.
Sólo algo queda al final igual que siempre, por los siglos de los siglos, al final... yo siempre me comó un sandwich.
Se le quiere little belly.

Liliana Muñoz dijo...

hablando de la luna...
Hoy me mira la luna blanca y desmesurada. Es la misma de anoche, la misma de mañana. Pero es otra, que nunca fue tan grande y tan pálida...
jajaja y si quieres saber más, échate el poema. Alfonsina Storni: Viaje.
La luna es linda

Liz López C. dijo...

que onda con mi post de arriba :S
esos comentarios al calor de la locura...
escriba más cosas para poder seguir haciendo comentarios
le voy a escribir un cuento con su disque "prólogo"